El matador de toros sevillano Daniel Luque y su apoderado, Luis Manuel Lozano, han decidido poner fin a la relación profesional que les ha unido durante la temporada 2025.

La ruptura se produce de mutuo acuerdo y por la vía de la separación amistosa, tal y como han confirmado fuentes cercanas al torero. Este acuerdo concluye una etapa que se inició a finales de 2024, tras la finalización del vínculo anterior de Luque con Juan Bautista.

La unión entre el diestro de Gerena y el empresario y ganadero de la Casa Lozano (dueños de Alcurrucén y El Cortijillo), se selló en su momento con el tradicional apretón de manos y sin contrato de por medio, basándose en la confianza mutua.

Durante la temporada que ahora finaliza, Luque ha mantenido su estatus como una de las figuras más sólidas y regulares del escalafón, firmando tardes importantes y cosechando triunfos en cosos clave. No obstante, ambas partes han decidido que lo más beneficioso para el futuro del matador es emprender caminos separados.

Daniel Luque se encuentra ahora sin director de carrera, en un momento crucial del invierno taurino, y se espera que en las próximas semanas anuncie el nombre de la persona o el equipo que dirigirá sus intereses de cara a la temporada 2026.

Con este movimiento, se suma un nombre de peso al baile de apoderamientos que tradicionalmente tiene lugar al final de cada campaña.