El pasado festejo en la Plaza México dejó una huella especial al presentar un cartel completamente femenino. Las protagonistas de la tarde fueron la rejoneadora Stefanía Uribe y las matadoras Paola San Román y Rocío Romero, quienes enfrentaron un desafío no solo taurino, sino también histórico y simbólico.

Stefanía Uribe inauguró la tarde con su habitual elegancia en el arte del rejoneo. Con caballos como «Bocelli» y «Mozart», capturó la atención del público, especialmente con las banderillas. Dejó una faena llena de detalles de toreo clásico. En su segundo, se mostró más certera, logrando conectar mejor con los asistentes.

Paola San Román destacó por su valentía y carisma. Aunque las condiciones del ruedo no le facilitaron las cosas, en su primer toro demostró temple y firmeza. En su segundo astado, a pesar de ser un ejemplar complicado, logró arrancar algunos naturales con profundidad que fueron ovacionados por el público, llevándola a dar una vuelta al ruedo.

Rocío Romero vivió una tarde complicada pero dejó pinceladas de lo que puede ofrecer. Su primer toro, noble pero débil, no permitió una lidia completa, y el viento sumó complicaciones. En su segunda intervención, las circunstancias del toro, que llegó mermado tras el paso por el tercio de varas, le limitaron, pero no le quitaron su entrega.

Corrida Mixta :
Ciudad de México (México):
Toros : Marrón y Campo Hermoso.
– Stefanía Uribe : Silencio y Ovación.
– Paola San Román : División de Opiniones tras dos avisos y Vuelta al ruedo.
– Rocío Romero (Que confirmaba la alternativa): Silencio y Silencio.