"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"

Juan Belmonte

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on telegram
Telegram
Share on email
Email

OREJA PARA GUILLERMO HERMOSO EN UNA FRÍA NOCHE EN LA MÉXICO

Salieron por toriles siete toros, uno de ellos devuelto por falta de fuerza el primero, siendo sustituido por la primera reserva. De la dehesa guanajuatense de La Estancia, siendo dos de estos para rejones, el primero complicado y el cuarto de buen juego. Y de la lidia a pie, el sustituto tuvo complicaciones, el segundo fue bueno, el tercero regular, lo mismo que el cuarto.

El caballero en plaza navarro Guillermo Hermoso de Mendoza, montando a «Jíbaro», dejó dos rejones de castigo al huidizo toro que abrió plaza y, aun así, logró templarlo a la grupa y con la banderola. Luego, arriba de «Extraño» colocó dos banderillas, lo mismo que manejando a «Malbec», atemperando con ambos a la grupa, alternando los lados y haciendo pasadas por dentro, todo hecho con evidente disposición, gracias al esfuerzo de Guillermo. Y sobre «Justiciero» clavó tres cortas y un par de largas a dos manos. Mató de pinchazo y estocada para ser aplaudido.

A pie, el queretano Diego San Román, en su primero, bregó empeñoso y, después de picado, ante la notable invalidez del astado, el juez de plaza, Gilberto Ruiz Torres, lo regresó a los corrales. En su lugar salió la primera reserva, de la misma divisa titular de La Estancia, complicado, al que Diego lanceó bien a pies juntos y por chicuelinas. El piquero Eduardo Reina Diaz fue desmontado de latiguillo y en su turno de quite, Isaac Fonseca se ajustó en valientes chicuelinas, replicándole San Román por estatuarias tafalleras y gaoneras. Luego del tercio de banderillas, se desmonteró el subalterno Alejandro Prado. Con la muleta, Diego, en los medios, ligó un cambiado por la espalda y el de pecho para seguir por el pitón derecho empeñoso y al natural sufrió un susto. Continuó en ese tenor por ambos lados, aguantando al difícil ejemplar. Terminó por doblarse toreramente con él y falló al matar para escuchar palmas de aliento.

En su primero, noble, el michoacano Isaac Fonseca, que fue protestado por falta de presencia, poco hizo al utilizar el capote. Con la sarga, en los medios, de rodillas, dio tres cambiados por la espalda, el de pecho y, de pie, un desdén para continuar por el perfil diestro en dos valerosas tandas. Por naturales lo probó y lo empitonó de fea manera, cayendo mal a la arena. Fue asistido y cuando era llevado a la enfermería, se sobrepuso y volvió a la cara del toro para largar emotivos derechazos de buen trazo en dos tandas. Cerró con manoletinas y concluyó de pinchazo, lavó con ayudados por alto y, en otro viaje, dejó una estocada delantera y caída, además, de descabello para ser ovacionado en el tercio.

Guillermo, cabalgando con «Jíbaro», recibió a su segundo, llamado «Almendro», de buen juego, a porta gayola y se dobló con el toro para dejar un fierro de castigo. Después, encima de «Berlín», tras templar a la grupa, alternando los lados a la mínima distancia y pasar por dentro, clavó dos palitroques. Arriba de «Nairobi» hizo espectaculares giros en la cara del toro y toreo magistral al estribo dejando otras dos banderillas. Y, encima de «Generoso», puso tres rosas y un par de rehiletes a dos manos para terminar de estocada barrenando y, por ello, obtener una oreja que se le protestó.

A su segundo, noble y que terminó rajado, San Román, lo veroniqueó enclasado y lo bregó oficioso. Terminado el segundo tercio, se destocó el subalterno Gerardo Angelino. Con la pañosa, Diego inició doblándose para seguir en un trasteo a base de derechazos largos y de mano baja. Fue acortando distancia y aplicó más toreo atemperado y de calidad. Se metió entre los pitones para seguir en el tenor de valiente en su exposición diestra. El toro se fue a tablas y, en un palmo de terreno, logró pases escalofriantes hasta ser empitonado por aguantar de más. Se recuperó y volvió a hacer lo mismo, conmoviendo a la gente por su disposición. Terminó al segundo viaje de estocada y descabello, siendo ovacionado en el tercio tras dos avisos, el primero de ellos por tiempo.

Y al que cerró el festejo, soso y falto de fuerza, en los medios, Isaac, de hinojos, lo recibió con una larga cambiada y, otra más, en tablas siendo achuchado para, luego, de pie, simplemente bregar. Con la franela, en los medios, ejecutó dos cambiados por la espalda, dos de pecho y el desdén para realizar una faena entusiasta haciendo el toreo derechista de calidad en dos tandas. Al natural no hubo acoplamiento y persistió por el derecho con ganas de agradar a un público distraído. De nuevo por el izquierdo con voluntad. Cerró con la diestra igualmente esmerado y con ayudados por alto. Falló al matar y se le pasó el tiempo, le sonaron los tres avisos y se le fue vivo a los corrales.

Corrida Mixta :
Ciudad de México (México):
Entrada : Un tercio.
Toros : La Estancia : De escaso juego y presencia desigual.
– Guillermo Hermoso de Mendoza : Ovación y Oreja.
– Diego San Román : Silencio y Ovación tras dos avisos.
– Isaac Fonseca : Ovación tras aviso y Pitos tras tres avisos.