Diego Bastos consiguió fijar en los medios al abreplaza que salió suelto y se pudo estirar a la verónica. Quito Nek Romero por chicuelinas muy ceñidas. Replicó el sevillano por gaoneras. Comenzó la faena por estatuarios, el novillo rebrincó mucho. Por el pitón derecho se quedaba corto el novillo. Las tandas por el izquierdo tuvieron muchos enganchones. Terminó volviendo al pitón derecho. Estocada tendida. 

Nek Romero recibió al que hacía segundo por verónicas genuflexo cerrando con una buena media. Quite de Navalón por gaoneras muy ceñidas. Comenzó el tercio de muleta por el derecho genuflexo para continuar en redondo. Las mejores tandas fueron con la diestra, el toro embistió y tuvo ritmo. La faena fue a menos, el toro fue perdiendo recorrido. Finalizó por manoletinas y un circular. Media estocada tras pinchazo que le obliga a usar el descabello escuchando un aviso.

Muy buen recibo de capote de Samuel Navalón al tercero de Montealto. Buen quite. Muy entregado en el tercio de muleta comenzando de hinojos con muy buena tanda. Por el derecho ligó los muletazos tirando mucho del novillo. El utrero fue un gran novillo que se iba muy largo. Repitió y tuvo ritmo, pena que perdía las manos en alguna ocasión. Cierre de faena por bernardinas. La estocada viajó en mal lugar.

El cuarto de la tarde salió muy suelto. Sin duda se llevó el peor lote el sevillano Diego Bastos, aún así pudo dejar detalles. Hubo buenas tandas al natural sin terminar de romper. Estocada.

Víctor del Pozo puso dos pares de banderillas de mucha calidad siendo ovacionado por el tendido que le obligó a saludar. A Nek Romero le hizo mella el viento en la faena del quinto de la tarde, una pena ya que el novillo tuvo muy buen aire. Se le pudo ver con dominio de los trastos y con disposición aunque no terminó de calar en el tendido. Estocada.

Con el que cerraba plaza de la ganadería madrileña de Montealto, Samuel Navalón empezó por pases cambiados muy ajustados, dejó buenas tandas por el pitón derecho dejándole la muleta en la cara al utrero para ligar las tandas. Se metió enseguida en la distancia corta, con circulares y haciéndose llegar los pitones a la taleguilla. Cerró la faena por manoletinas. Estocada tras pinchazo que le obliga a usar el descabello llegando a escuchar el segundo aviso.