Un 13 de Abril marcado por la solidaridad del mundo taurino consigue casi llenar el centenario coso de la Avenida de Vilches.

Tarde para disfrutar de un gran ambiente de toros en el que lo mejor del festejo lo ha realizado un Miguel Ángel Perera que llegó con el aroma aún del triunfo en Sevilla días atrás.

La rejoneadora Lea Vicens consiguió levantar una faena atascada al principio, en la que sufrió un par de percances, demostrando su profesionalidad y buen hacer ante el novillo de Murube que le toco lidiar, recibiendo una gran ovación al morir el astado.

David Fandila, El Fandi, siempre que visita esta tierra, sabe que tiene un público que le espera con ganas, no defraudó. Bien en banderillas, lo intentó por ambos pitones, llegando a los mejores momentos por el pitón derecho. Se le pidieron las orejas y se llevó dos.

Cayetano, con ese estilo suyo tan personal de torear, lució al novillo por ambos pitones hasta que este se quedó sin fuerzas. Gustó en general y recibió dos orejas que debieron ser una sola.

Miguel Ángel Perera, sin duda alguna, lo mejor de la tarde. Demostró el buen momento que atraviesa y sobre todo el aire fresco que le rodea. Bien por ambos pitones, por el izquierdo realizó el toreo que gusta ver. Terminó entre los pitones del novillo, con quietud y sin inmutarse mientras el astado le rozaba los muslos. Dos orejas muy merecidas.

Jorge Martínez, que llegaba a esta plaza, que tanto le gusta, no tuvo suerte con el astado que le tocó en el sorteo. Soso, parado, con pocas ganas de embestir, el torero lo intentó de todas las formas posibles pero no consiguió sacarle apenas unos muletazos. Recibió una fuerte ovación del público por su actitud.

Francisco Lupión, novillero con muchas ganas de demostrar su buen gusto y toreo, consiguió acoplarse con el novillo casi desde el inicio y pudo sacarle algunas tandas buenas que gustaron al público asistente. Su fallo con la espada le hizo no pasear ningún trofeo en este festejo.

Por último se presentaba en esta plaza el joven novillero Blas Márquez, que ya en el novillo anterior realizó un buen quite, mostró el buen toreo que siente y en momentos sacó buenos lances al novillo. Su esfuerzo por ambos pitones y las ganas del público por verle y sentirle, hicieron posible que se le concediesen las dos orejas de este último novillo de la tarde.