orrida aplazada del domingo de Pascua en Aignan, esta vez la climatología permitió que se celebrara la corrida de toros de Baltasar Iban. Correctamente presentados, los toros no proporcionaban la transmisión que esperamos de este hierro.

Presentados de forma desigual pero correcta, a los toros de Baltasar Ibán les faltaron chispa y transmisión. En el caballo cumplieron con su deber sin mas más. En el último tercio, sin mucha chispa, permitieron, pero sin esa presencia que ha hecho fama a los Ibanés y que hace presenciar la emoción en el ruedo.

Uceda Leal se mantuvo distante o incluso cauteloso ya sea en el primero como en el cuarto.
Los mejores momentos de la corrida se los debemos a los dos “jóvenes” del cartel. Dorian Canton y Christian Parejo le cortaron una oreja cada uno. Los aceros privaron Canton de una salida a hombros.

Uceda Leal, ni inspirado ni confiado, recibió muchos enganchones con la muleta en su primero, un toro seriamente presentado al que le ha asesinado con en varas. La estocada fue a la altura de la faena. El cuarto fue noble. El madrileño arrancó con elegancia y clasicismo, pero poniendo una distancia más que razonable entre él y el toro.

Diligente y sincero, Dorian Canton aprovecho bien el buen pitón izquierdo del segundo. Con la derecha fue más complicado. La espada tardó en hacer efecto, lo que no impide que el diestro del Bearn le cortó un apéndice, pero le privó de la segunda. Buenas tandas por la derecha para Dorian ante un noble quinto toro, lamentablemente el francés perdió toda esperanza de un trofeo con la espada.

El tercero tuvo un buen pitón derecho que Christian Parejo aprovechó bien citando de lejos. La faena fue a menos cuando el torero redujó los terrenos. Silencio tras una espada contraria. El sexto fue manso. Tras un meritorio inicio de faena con la diestra, la faena se va a más cuando Christian tomó la mano zurda. Una oreja tras una muerte en dos tiempos.