Cristian Pérez desoreja a un gran sexto toro de la Palmosilla, Manuel Escribano corta una oreja de cada uno de sus toros y Borja Jiménez hizo lo propio cortando otra oreja a cada uno de su lote, en una entretenida tarde donde el juego de los astados no terminó de redondear el festejo.

Abrió la tarde en la corrida homenaje al tambor, ‘Carafeo’ de La Palmosilla. Manuel Escribano fue todo querer ante un toro venido a menos y falto de fuerza. Ya con el capote dejó un vistoso quite por chicuelinas. Banderilleó exponiendo mucho y con la muleta realizó una obra venida a menos. Lo toreó por ambos pitones llegando al tendido, dejando muletazo a sueltos de gran empaque. Estocada muy caída y oreja.

Borja Jiménez se inventó la faena con el soso y descastado segundo de la tarde, animal con el que dejó un buen recibo capotero por verónicas. Tras brindar al respetable dejó un inicio muy a favor del animal, pero el toro se apagó rápidamente, teniendo que hacer una faena encimista y de cortas distancias. Un trasteo donde acabó sacándole todos los muletazos que tenía el ejemplar de la Palmosilla. En las postrimerías sufrió una voltereta sin consecuencias. Mató de una estocada y paseó una oreja.

Cristian Pérez recibió en la puerta de chiqueros al tercero de la tarde y varias largas cambiadas desde el tercio, hasta que el animal se dio una voltereta y se descoordinó. Saltó en su lugar el sobrero de nombre Fulero de La Palmosilla. Cristián de nuevo se fue a porta gayola para mostrar las ganas de querer ser alguien en este mundo. Vistoso toreo de capote por chicuelinas. El toro apretó en el caballo que llegó a derribar al picador. Se fue a los medios y brindó una sólida faena por ambos pitones al respetable, comenzó por pases cambiados por la espalda de rodillas, por donde el toro repitió y lo supo ver el torero. Buenos fueron los naturales con la mano izquierda. Arrimón final con circulares invertidos y cuando tenía la puerta grande abierta la espada se la cerró de golpe. Ovación.

Manuel Escribano le cortó otra oreja, con petición de la segunda, al que hizo las veces de cuarto. El de Gerena aprovechó las escasas virtudes del animal que le faltó fuerza y casta. Inteligente estructuró la faena mayoritariamente por el pitón derecho, dejando también muletazos con garbo por el pitón izquierdo. Arrimón final con manoletinas y lo mejor la estocada hasta la bola.

El quinto tuvo repetición y más raza que los anteriores, un animal que le sirvió a Borja Jiménez para dejar una faena con sello propio. La primera parte de la misma fue sobre el pitón derecho, dejando dos grandes tandas en redondos que calaron en el respetable. Luego acortaría distancias dejando soberbios naturales, siempre buscando torear con los vuelos y jugando con las alturas. Arrimón final rodilla en tierra por manoletinas, algo que unido a la buena estocada puso en su mano la oreja.

Salió a por todas Cristian Pérez frente al sexto colorado. Se fue de nuevo a la puerta de chiqueros y lo recibió a porta gayola y un buen ramillete de verónicas. Derribó al caballo en el tercio de varas y no se arrugó el hellinero realizándole un gran quite por saltilleras rematada con una revolera. Tras el brindis a sus compañeros de cartel, cuajó una gran faena. Comenzó doblándose por bajo y el animal respondió bien las dos primeras tandas con la mano diestra. Por el pitón izquierdo el animal se vino a menos, pero dejó naturales soberbios al ralentí. En las postrimerías de la faena el toro le cogió por los adentros provocándole una fea voltereta. Se recompuso y dejó una estocada. Dos orejas unánimes y puerta grande.