Con un «No hay Billetes» se abrió la tarde de Arnedo, una corrida que pintaba excelente por los toros de Alcurrucén que estaban en el tipo de la plaza, así como la gran terna que componía el cartel : Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Alejandro Talavante, pero que sin embargo nada fue lo esperado, los astados de Alcurrucén no dieron apenas opción al triunfo.

Morante de la Puebla pasó inédito del coso arnedano. Su primero apenas se dejó más que una tanda por el pitón derecho y poco más. Y su segundo ni pasaba por la muleta del sevillano, teniendo que abreviar entre los pitos de los que no entienden que cuando no hay oponente, no hay faena que hacer.

Diego Urdiales puso por momentos la esencia y el gusto de un toreo asentado, pausado y con mucho gusto. El riojano se gustó por momentos, excelentes fueron las chicuelinas endosadas a su primero, así como el poso de su toreo con la muleta en la que hizo reposar unas desclasadas embestidas de un lote al que mimó sin recompensa. Dio claras sensaciones de estar en plenitud y gran momento, buen balance del arnedano que dejó matices importantes.

Alejandro Talavante fue el rotundo y claro triunfador de la corrida de Arnedo. El extremeño puso el picante en una corrida sin sal, lo puso todo, se entregó, manejó las alturas a la perfección, controló estupendamente las distancias y la espada emborronó una tarde de puerta grande. La mano izquierda suya fue como siempre magistral, toreo despacioso y alargando el trazo al final de cada natural, obra importante de Talavante en una gran tarde marcada por el escaso juego de los de Alcurrucén.