Los novilleros Lalo de María y Diego Bastos han sido los grandes triunfadores en la novillada celebrada esta mañana en la localidad sevillana de Lora del Río. Ambos cortaron cuatro orejas y un rabo a una gran novillada de Castillejo de Huebra, saliendo a hombros al final del festejo. El local Manuel Casado cortó una oreja.

Lalo de María estuvo muy entonado en el recibo de capa al primero de la tarde y en el quite por tafalleras posterior. Con la muleta entendió muy bien a un novillo noble al que templó bien por ambos pitones. Firme y capaz, construyó una buena faena como apertura de la mañana. Mató de pinchazo y estocada y cortó dos orejas.

En el segundo de su lote, el novillero francés toreó muy templado a la verónica. Con la muleta también aprovechó el temple del novillo en series buenas por el lado derecho. Este astado estuvo más justo de fuerza pero Lalo lo aprovechó en una labor inteligente y muy completa que terminó en terreno de cercanía. Mató de gran estocada y cortó dos orejas y rabo.

Diego Bastos se lució a la verónica y en un quite por delantales en su primero. Este fue otro novillo noble y repetidor con el que el sevillano se acopló muy bien, cuajando excelentes tandas por el lado derecho, el mejor pitón del de Castillejo de Huebra. Faena de nivel que remató de estocada casi entera y fue premiada con las dos orejas. 

Bastos recibió al quinto con una larga cambiada y buenas verónicas, a las que siguió un lucido quite por gaoneras muy bien rematado. Este fue otro novillo de buena condición que permitió al torero sentirse y construir una faena a más en la que toreó con mucha profundidad y buen gusto por ambos pitones, con series redondas y rematadas. Mató de estoconazo y fue premiado con las dos orejas y el rabo. Al novillo se le dio la vuelta al ruedo. 

Manuel Casado estuvo entonado con el capote y brilló en el tercio de banderillas. Con la muleta estuvo más seguro y logró mayor acoplamiento por el lado derecho ante otro novillo que se dejó mucho. Mató al cuarto intento y le concedieron una oreja. 

En el sexto, Casado volvió a lucirse en banderillas y en la muleta fue de menos a más con un novillo que tuvo el defecto de no humillar. Estuvo mejor por el lado derecho y tuvo dificultades para matar.