
"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
Abrió plaza un castaño justo de carnes de la divisa gaditana de Núñez del Cuvillo de nombre «Asturiano» herrado con el número 259 al que Talavante vestido de pizarra y plata paró con temple sacándoselo a los medios a la verónica. Marcó el toro estar justo de fuerzas en el caballo. A base de temple mantuvo Talavante al toro en los vuelos de la muleta, en tandas por ambos pitones a base de colocación y pulso puso la emoción a la faena que le faltó al toro. A mitad de faena el toro no pudo soportar la falta de fuerzas y se vino abajo obligando a Talavante a coger la espada. Estocada entera arriba de rápido efecto. Palmas para Talavante y pitos para el toro en el arrastre.
» Barredor» se llamó el segundo de la tarde, un negro mulato herrado con el número 237 que correspondió en el sorteo de la mañana a Juan Ortega. Retumbaron los «olés» a las verónicas de Juan Ortega en la cubierta de Valdemorillo. Se creció el torero y toreó por chicuelinas antes de poner el toro en suerte en el caballo, donde empujó con la cara arriba protestando el castigo. Tras las banderillas en las que el toro hizo hilo a los banderilleros comenzó una faena en la que Juan Ortega desplegó su duende con un inicio de faena bello, en muletazos doblándose por abajo, con la mano izquierda los naturales fueron buenos y largos con él pero del que costó la ligazón por el poco ímpetu del toro. Las últimas tandas con la mano diestra pudo sacar Ortega todavía algún derechazo bueno que jadeó el público con fuerza. Se hizo el silencio a la hora de entrar a matar y dejó una estocada casi entera delantera de rápida muerte. Petición de oreja a la que el presidente no accede y el premio quedó en una calurosa ovación.
El tercero de la tarde fue un toro negro de nombre «Madrilito» con el número 82 en los costillares, muy bajo, al que Ginés Marín lo recibió variado con su capote, alternando verónicas, chicuelinas y rematando con el capote a una mano. Lo cuidó en el caballo el padre del matador. Ginés Marín se echó el capote a la espalda en el quite exponiendo, siendo incluso tropezado por los cuartos traseros del toro, se volvió a poner Marín al quite levantando las palmas del público tras los vistosos lances. En la faena de muleta de inicio le costó al torero de Badajoz acoplarse con la embestida del toro, ya que cuando le obligaba perdía las manos, a base de colocación y tiempo consiguió ir ligando los muletazos por el pitón derecho y según avanzaba la faena las tandas llegaban más al tendido, a final de faena tuvo que atacar pero ya el toro embestía con medio muletazo y la cara a media altura. Estocada hasta la bola en todo lo alto y ovación para el torero que estuvo siempre por encima de su oponente.
«Ganador» hizo cuarto, otro toro negro herrado con el número 159. Lo paró Alejandro Talavante a la verónica rematándolo con la media en los mismos medios. Se fue el toro al caballo que guardaba puerta y allí recibió el único y flojo puyazo que se le dio. Se lució en banderillas Javier Ambel que fue obligado a saludar . Con la muleta Talavante se sacó el toro a los medios y pronto toreó obligando con la mano diestra e intentando alargar la embestida del burel de Núñez de Cuvillo. Con la mano izquierda Alejandro mimó con cariño la embestida pastueña del toro que tenía el defecto de echar la cara arriba al final del muletazo. La clase de Talavante dio la trasmisión que el toro fue perdiendo con el transcurso de la faena. Estocada entera un punto contraria con la que el toro se resistió a doblar obligando a usar el descabello al matador en dos ocasiones. Leves palmas.
El quinto de la tarde fue un toro de divisa verde, grana y blanca de nombre «Asustado», marcado con el número 54 con el que Juan Ortega se volvió a lucir a la verónica rematando hasta con tres medias verónicas. Bello quite de Ortega por chicuelinas tras el puyazo en lo que fue otra tarde de demostración del torero sevillano con el capote. Tras las banderillas comenzó una faena en la que Ortega rompió la plaza en olés ya en la primera tanda manteniendo la intensidad de la faena por ambos pitones formando un lío al toro con una última tanda sublime por el pitón derecho. Antes de tirarse a matar dejó alguna perla más al cerrar al toro en el tercio. Dejó una estocada un tanto delantera con la que el toro dobló ante la presencia rígida del matador. Los tendidos se llenaron de pañuelos que pidieron el doble trofeo con fuerza y el presidente presto concedió las dos orejas.
Cerró plaza «Rescoldito», otro toro con el que Ginés Marín estuvo voluntarioso con el capote, realizando un quite por chicuelinas y antes toreando con temple a la verónica. Cómo al resto de la corrida se le pegó muy poco en el caballo y en banderillas destacó la actuación de Manuel Larios que fue obligado a saludar. Ya en la faena de muleta Ginés Marín tras brindar al público se quedó en el centro del ruedo de rodillas y así dio la primera tanda con la diestra metiendo al público en la faena, las siguientes tandas el toro bajó el ímpetu pero no hizo lo mismo el torero manteniendo la intensidad. Estocada de perfecta ejecución y colocación. Faena de más a menos. Palmas.
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