Infumable y anovillado encierro de Núñez del Cuvillo, remendado con dos toros de Luis Algarra, que no permitió el triunfo de los toreros.

Abrió la sexta de abono «Postinero», un jabonero con aspecto anovillado con el que Diego Urdiales saboreó el toreo caro por el pitón derecho, el animal embistió toda la faena a media altura acusando la falta de fuerzas. Por el pitón izquierdo el animal tuvo menos recorrido teniendo que cambiar la faena de nuevo al pitón derecho, volvió a dejar derechazos sueltos que fueron carteles de toros. Mató de estocada perpendicular y contraria escuchando un aviso. Ovación.

Protestado de salida fue el segundo de la tarde que correspondió a José María Manzanares debido a su aspecto anovillado. El animal se dejó por ambos pitones y el torero lo supo ver. Los mejores pasajes vinieron por el pitón derecho donde por momentos se relajó y se vieron derechazos de trazo largo. Lo intentó sin que la faena cogiese vuelos por el pitón izquierdo. Pinchazo y estocada caída. Ovación.

Protestado también de salida este tercero de la tarde. Buen saludo capotero de Talavante que comenzó por faroles invertidos y un puñado de verónicas. Tras derribar al picador se vivieron momentos de tensión ya que costó que se levantara el equino. Talavante realizó un quite por verónicas rematándolo con una serpentina. Comenzó la faena de muleta por el pitón diestro y tras una serie cambió al izquierdo. El animal se apagó y la faena no tuvo contenido. Se atascó con la espada. Silencio.

Diego Urdiales se estrelló con otro anovillado cuarto que estuvo justo de fuerzas y de casta. Ya de salida el animal salió abanto de chiqueros y no quiso ver el capote del riojano. Nefasto tercio de varas del picador que guardaba la puerta que le dio dos puyazos hasta que rectificó. Brindó la faena al público y poco más pudo hacer. El animal pasaba con la cara alta, sin transmisión ninguna y sin emoción. Alargó la faena sin sentido. Mató de estocada tendida. Silencio.

Imposible lo tuvo Manzanares con el quinto. Cuando no hay toro no hay emoción y eso pasó. El animal no tuvo ninguna buena condición y Manzanares se estrelló. Entre el soso toro de Algarra y el viento la faena fue un querer y no poder. Intentó por ambos pitones sin poder sacar nada potable. Lo mejor fue la estocada. Ovación para Manzanares y fuerte pitada para el toro.

Muy protestado de salida fue el anovillado sexto de la tarde. Motivo que condicionó toda la faena. El animal anduvo sobre un hilo debido a la falta de fuerza y de casta. Talavante abrevió y fue silenciado.