
"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
Curro Márquez no lo tuvo fácil con el complicado primero. Tras derribar al caballo de picar, sumado al tercio nefasto de banderillas a cargo de José Manuel Hermosín y Ángel Gil, que necesitaron de ocho pasadas para dejar tres banderillas, Curro Márquez no quiso ni ver al novillo. Ni lo intentó. Cogió la espada y dejó una estocada trasera y perpendicular, dejando al animal que se echase por aburrimiento, necesitando el puntillero de 13 intentos. El público le dio una soberana bronca. Y le dio una ovación a «Lunero».
Muy suelto salió el segundo de la tarde. Caótico fue el tercio de varas donde le llegaron a dar cinco puyazos entre los dos caballos, ninguno en el sitio. Excelente tercio de banderillas que el público supo ver y obligó a desmonterarse a David Sevilla y Alexis Ducasse. Brindo la faena al público murciano García Corbacho y en frente tuvo a un novillo que fue repetidor y metía la cara con humillación. Comenzó por el pitón derecho sin acople pero con muchas ganas. La faena a pesar de intentarlo no alcanzó las cotas necesarias. Por el pitón izquierdo hubo naturales sueltos de gran trazo. El fallo con la tizona lo emborronó todo escuchando dos avisos.
Víctor Barroso pasó sin pena ni gloria ante el parado tercero de nombre «Rodanero». Brindó al público y poca historia tuvo el tercer capítulo. Lo intentó por ambos pitones pero el novillo se paró y no embestía. Pinchazo y estocada caída. Silencio. Destacó en varas Francisco José Elena «El Patillas».
En el cuarto hubo poco que contar más allá del nefasto tercio de banderillas donde pudo haber pasado un altercado público. Los banderilleros no quisieron ver al novillo y necesitaron varias pasadas para dejar tres palos. Atronadora pitada para los subalternos. Curro Márquez abrevió y recibió un varetazo cuando entró a matar. Pitos para el novillero y ovación para el novillo en el arrastre.
García Corbacho fue todo querer y no poder frente al andarín que hizo las veces de quinto. Quiso torearlo pero el novillo salía muy suelto del muletazo. Lo intentó por el pitón derecho acoplándose por momentos. Por el pitón izquierdo meritorios fueron las naturales que le extrajo de uno en uno. Cuando la faena estaba llegando a las postrimerías el novillo lo prendió mala manera y se cebó con él en el suelo, viviéndose momentos de mucha angustia. Mató de pinchazo, media estocada y un golpe de descabello. Oreja y ovación para el novillo en el arrastre.
Víctor Barroso no tuvo su tarde con el sexto tampoco. No lo vio claro y abrevió faena. Pitos.
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