El primer toro de la tarde salió abanto y violento en el capote de Rafaelillo. Pegando arreones y derrotes, lo paró con verónicas muy toreras. La faena de muleta la empieza con un macheteo entre doblones. El toro se paró en cada pase con la diestra, lo que hace que el torero haga las tandas de uno en uno. Dominó bien Rafaelillo, muy firme con el complicado toro. Pinchazo, estocada entera tendida y descabello.

El segundo sale rematando en tablas, lo recibe Álvaro de la Calle con verónicas y una media. La faena de muleta la inicia el torero con doblones al hilo de las tablas, para sacárselo a los medios, para luego sacarle todo lo que tiene el animal. Por el pitón izquierdo el toro tiene más recorrido, lo que es aprovechado por el torero para hacer gran parte de la faena. Tras un pinchazo y media estocada, palmas y saludo.

Recibe el tercero Alberto Lamelas con una larga de rodillas y unas verónicas templadas. El toro desarrolló nobleza y movilidad, que fue aprovechada por el torero. Con la diestra interpretó unos muletazos de buen trazo con mucha firmeza. Alberto está muy bien delante del noble toro de Yonnet, bajándole la mano instrumentando una faena de buen son con la zurda también. Acaba con manoletinas muy ceñidas. Estocada entera caída y 2 orejas.

El cuarto sale abanto de salida, recibiéndolo Rafaelillo con un buen ramillete de verónicas. Empezó la faena de muleta con una serie de doblones, siguiendo por un curtido trasteo con ambas manos. El toro era soso y se paró al final de la faena, por lo que poco pudo hacer el torero murciano con él.

El quinto toro se entregó en el capote de Álvaro de la Calle y empujó con los riñones en el caballo. Comenzó la faena de muleta con doblones, probando al burel por ambos pitones. El toro embestía con más codicia por el pitón derecho, con lo cual el torero cimentó el trasteo por ese pitón, tratando de llegar al público con el toreo en redondo. Escuchó palmas tras varios pinchazos y una estocada entera caída.

Alberto Lamelas concluye la tarde tocándole en suerte un toro que empujó sin clase al caballo. En banderillas se desmonteraron Víctor del Pozo e Ignacio Martín después de un gran tercio de banderillas. El torero empezó su faena en el centro del ruedo, en un trasteo firme y vibrante con series importantes de muletazos largos, sobre todo en redondo. Después de una estocada entera, corta una oreja de ley.