Daniel Luque ha vuelto como se fue hace un mes debido a una inoportuna cogida en El Puerto de Santa María. El escenario escogido para reaparecer fue el de Arles. En su Goyesca. Un marco incomparable en el que cada año se dan cita aficionados de todos los lugares del planeta. Cortó tres orejas y fue el gran protagonista de la tarde. Dos cortó al tercero al que toreó a placer bordándolo al natural y que demostró poder y mando con la diestra. Al sexto fue haciéndolo poco a poco hasta hacer que el toro se le entregara para conseguir grandes tandas finales con gran ajuste y acople. Finalmente salió por la puerta grande. Manzanares tocó pelo con el primero en una faena de empaque y gusto en redondo, y con el cuarto perdió una oreja con la espada tras una faena de mando y temple. Talavante por su parte también emborronó con la espada su actuación. Destacó al natural principalmente en el segundo y estuvo especialmente inspirado y entregado con el quinto. La corrida de Jandilla se dejó en líneas generales siendo el quinto el mejor de la corrida.

El primero de Jandilla fue un toro muy bien presentado con el que Manzanares tras fijarlo dejó un buen inicio a la verónica. El animal derrochó nobleza y movilidad pero con poca clase. El diestro alicantino realizó una faena de mucho empaque, con un gran trazo en las series de toreo en redondo y unos estéticos pases al natural. Lo mató recibiendo de manera espectacular.

El segundo de la tarde lo recibió Talavante con unas personalísimas verónicas. La faena de muleta tuvo chispazos de gusto y arte aunque al toro le faltó fondo de emoción para llegar a los tendidos. Sobresalió Talavante con buenos pases por la zurda, aunque el toro fue acortando el recorrido a medida que avanzaba la faena. El extremeño estuvo por encima pero no pudo redondear la obra. Media estocada.

Con una gran ovación recibió la afición de Arles a Daniel Luque, que reaparecía tras un mes en el dique seco. El toro fue mansito y violento, sin embargo Luque estuvo muy firme, comenzando la faena por bajo, enseñándole quién manda. Bordó el toreo al natural dónde consiguió hacerse con las embestidas del toro. Faena de entrega y belleza. Mandón por la diestra obligando a seguirla con ligazón. Gran estocada.

Con mucho temple recibió Manzanares a la verónica al cuarto de la tarde. Sin mucha fijeza y algo bruto llegó a la faena de muleta el Jandilla. Manzanares comenzó la faena con mando y temple, para hacer que la brusquedad del toro fuera a menos. Por el izquierdo el toro no tenía clase, mientras que por la diestra dejó alguna tanda notable con ligazón. Pinchazo y media estocada.

Talavante realizó un gran recibo capotero por verónicas rematado con una buena media con el quinto. El Jandilla fue un buen astado que permitió al extremeño desarrollar su tauromaquia. Comenzó la faena de rodillas con un toreo en redondo de mucha importancia y temple, metiendo los riñones. Talavante estuvo muy inspirado y consiguió abandonarse principalmente en una tanda por la diestra a los sones de “La Saeta” de Joan Manuel Serrat. También brilló al natural Talavante que demostró nuevamente su gran clase y concepto. Destacó también en los pases de pecho. Pinchazo, estocada y un descabello.

Exigente fue el sexto de la tarde que no puso nada fácil las cosas a Daniel Luque ha vuelto como se fue hace un mes debido a una inoportuna cogida en El Puerto de Santa María. El escenario escogido para reaparecer fue el de Arles. En su Goyesca. Un marco incomparable en el que cada año se dan cita aficionados de todos los lugares del planeta. Cortó tres orejas y fue el gran protagonista de la tarde. Dos cortó al tercero al que toreó a placer bordándolo al natural y que demostró poder y mando con la diestra. Al sexto fue haciéndolo poco a poco hasta hacer que el toro se le entregara para conseguir grandes tandas finales con gran ajuste y acople. Finalmente salió por la puerta grande.