"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
Los novillos de Juan Luis Fraile no arreglaron la feria de Calasparra tras las dos primeras novilladas que no estuvieron a la altura. Los seis novillos no dieron opción a los novilleros, en la que Valenzuela dio una vuelta al ruedo.
«Gañanto» de Juan Luis Fraile herrado con el número 28 abrió la tarde de la tercera de abono, con una presentación impecable. Muy distraído salió de chiqueros y con el capote poco pudo lucirse Gómez Valenzuela. Largo y caído puyazo a cargo de Andrés Nieto. Mucho desconcierto en banderillas ya que el animal se paró en los medios y se tapó lo que obligó a los banderilleros a pasar hasta 5 veces para cambiar el tercio. El novillo no se lo puso fácil al de luces, buscándole los huecos constantemente y poniéndolo en apuros. Comenzó la faena de muleta por macheteos sacándoselo a los medios, cuando el novillo estaba asentado y se dispuso a hacerle la faena apareció el viento y lo complicó todo aún más. Muy firme estuvo y le sacó todo lo que el novillo tenía dentro. Por el pitón derecho se le colaba constantemente desarmándolo en una ocasión y por el izquierdo se los tuvo que sacar de uno en uno dejando muletazos sueltos de gran impronta. Mató de estocada un pelín caída y recibió una meritoria ovación.
Joao D’Alva que entró por la vía de sustitución intentó torear a la verónica no logrando acoplarse a las embestidas del novillo, apretó el astado en varas recibiendo dos largos puyazos. Bonito y vistoso tercio de banderillas a cargo del novillero dejando tres pares de banderillas con mucha exposición. Brindó el novillo a su padre que estaba en el tendido. Gran inicio de faena, doblándose con el toro por bajo, viéndose ahí los mejores momentos de la faena. Ya con el novillo en los medios le bajó muchísimo la mano y se vio una extraordinaria tanda con la mano derecha. Una vez se sintió podido el animal se volvió a la defensiva echando la cara arriba y afeando la salida cogiéndole la muleta. La faena se fue apagando y no terminó de remarcarla el portugués. Se atascó con la espada dejando dos pinchazos y una estocada muy trasera y caída. Excelente con la puntilla Juan Fco. Marín. Ovación.
De finísima cornamenta salió el tercero de la tarde de nombre «Espartino». No terminó de verlo con el capote Miguel Serrano que intentó estirarse a la verónica sin éxito. Horroroso tercio de varas de Ramón Flores con un primer puyazo sin estar el caballo colocado, un segundo que hizo desgarro en la piel y una tercera vara muy larga. Brindó al respetable y realizó una faena en la que el novillo cuando embistió lo hizo por abajo con codicia pero al final del muletazo levantaba la cara y se salía de la muleta constantemente, no permitiéndole al novillero ligarle los muletazos, teniendo que dárselos de uno en uno. Lo más destacado fue el inicio por bajo donde el novillo tuvo movilidad y codicia. Lo intentó mayoritariamente por el pitón derecho logrando naturales aislados de buena ejecución. La faena se vino abajo tras un desarme y terminó con múltiples fallos con la espada que le llevaron a escuchar dos avisos. Silencio.
Complicado fue el cuarto de la tarde que no dio ninguna posibilidad a Valenzuela. Lo único reseñable fueron dos verónicas que le recitó con el capote. Tras un puyazo trasero rectificó el varilarguero y el novillo apretó poniendo contra las tablas a Antonio Manuel Martín que le dio un puyazo excesivamente largo y un segundo puyazo fuera de sitio. Con la muleta lo intentó pero el novillo echaba constantemente la cara arriba siendo imposible hacer faena. Lo intentó sin éxito. Dejó una estocada en todo lo alto y dio una vuelta al ruedo por su cuenta.
Voluntariosa faena de Joao D’Alva al quinto de la tarde. Puso todo de su parte en banderillas y dejó tres pares en todo lo alto exponiendo mucho. Se puso en los medios y cuando el novillo le pasó por la espalda le golpeó una banderilla en ojo. Se repuso y no se lo pensó, con la mano diestra le dio una tanda de derechazos poniendo los olés en el tendido y haciendo que sonase Amparito Roca. Cuando la faena tenía que romper el novillo se afligió y se apagó, dejándonos con el sabor de boca de los derechazos. Lo intentó por ambos pitones el luso sin lograr sacarle un pase más, pegándose un arrimón final. Se atascó con los aceros y todo quedó en silencio tras escuchar un aviso.
El sexto de la tarde se lastimó en las patas delanteras saliendo un sobrero de la ganadería titular de nombre «Espartillo». No arregló la tarde el sexto bis, caótico fue el tercio de varas, el animal no quiso ver al caballo y se desató el nerviosismo entre los de luces llegando a haber por momentos en el ruedo hasta nueve personas entre banderilleros y novilleros. El picador una vez tuvo el novillo en el peto al tercer intento le dio un largo y fuerte puyazo saliéndose con él a los medios escuchando una soberana pitada. Caótico también fue el tercio de banderillas necesitando seis pasadas para dejar tres palos y cambiar el tercio con solo tres palos. Miguel Serrano muleta en mano probó al novillo y viendo que solo tenía peligro es sus astas cambió la espada y no anduvo fino con la ella. Silencio.
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