"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
Cuéntanos un poco más sobre ti. ¿Qué es de la vida del Pablo Santana en su faceta ya apartado de los ruedos?
La vida de Pablo Santana es una vida intensa en el día a día, generadora de momentos y circunstancias que marquen titulaciones agradables de avance y constructiva en líneas generales.
Hacia 2017 comenzaste un proyecto muy interesante: el Centro de Interpretación de Tauromaquia en Alaejos. ¿Cuál es la situación actual y de qué salud goza este proyecto?
El centro de interpretación de tauromaquia es, como bien sabéis, un lugar referente muy especial y único. Sigue impulsando ese valor innato con el que nació, y también nombres propios, vertebrando procesos de adaptación y realzando salud mental a la tauromaquia.
A lo largo de estos años al frente de dicho Centro habrán pasado por ahí cientos de chavales con el objetivo de ser matador de toros. ¿Quiénes han sido esos toreros que acudieron como «niños» y ahora los encontramos ya avanzados en el camino hacia su sueño de ser figuras del toreo?
Bueno, cierto es que por esta casa cada temporada pasan diversos matadores de toros y novilleros con el fin de encontrar esa aurora que se despierta desde el cariño y el respeto. Muchos son los nombres con los que hemos contado y contamos para la mejora de sus conductas artísticas, pero prefiero no destacar nombres. Solo ellos lo saben y así lo sienten, es el enigma de este espacio.
En estos últimos años has apoderado a jóvenes novilleros con ganas de llegar alto en este mundo. ¿Qué intentas aportar a los matadores cuando comienzas una relación de apoderamiento?
Limpieza, intento aportar limpieza y verdad, ya que considero que hay que ser muy privilegiado para entender esto en esta profesión. Va mucho más allá de los conocimientos y demás valores. Acunar a un ser humano que quiere ser torero y que en la mayoría de las ocasiones es incomprendido es lo más importante que se puede encontrar para expandir su cuerpo y su mente.
En la actualidad apoderas a José Antonio Lavado, que ha conseguido torear en Las Ventas y tomar la alternativa en una plaza importante como es Málaga. ¿Cómo valoras estos primeros meses al lado del diestro?
José Antonio Lavado es un TORERO con letras mayúsculas. Cada día le descubro más, es muy especial, puro y pulcro en su tauromaquia y su manera de ser, un torero que le augura un futuro de éxito. Estos meses están siendo muy importantes para las carreras de ambos en especial para él. Seguimos trabajando y evolucionando, mejorando conceptos y preparando la puesta a punto para lo que se nos viene. Somos muy conscientes que esto no ha hecho más que comenzar para ambos, estoy muy contento con él.
¿Cuál ha sido y es la preparación que seguís el tándem torero-apoderado de cara al futuro que os viene tan ilusionante?
El tándem perfecto es la lealtad y la filosofía de creer para crear. Después, un torero necesita sentir el cuidado y trabajar con tacto para exponer las herramientas necesarias y presentarse en plazas de primera, y sentir que está capacitado física, psicológica y técnicamente.
Pasando a tu futuro como apoderado. ¿Llevas intención de coger a algún matador más o prefieres centrarte en el proyecto de José Antonio Lavado?
La realidad es que no. Sentí la necesidad de unir mi camino al de José Antonio Lavado porque percibí en su inconsciencia su huida. Fue de una forma muy especial y profesional, y he descubierto que no es solo un gran torero si no un gran representante de la autenticidad. Es un torero al que gusta ver porque el aficionado y las personas se identifican con su filosofía y lo que se expresa en la plaza se queda en las mentes de la gente.
Has tenido la oportunidad de vivir la tauromaquia desde muchos puntos de vista: novillero, matador de toros, director del Centro de Interpretación y, ahora, apoderado. Si te tuvieras que quedar con un par de cosas, ¿Qué crees que es lo más difícil de esta profesión?
Bueno, lo más difícil es no saber administrar bien el éxito cuando hay éxito… Cierto es que la tauromaquia es una fuente de alimentación e inspiración emocional para el ser humano, llena de nutrientes culturales y de formación que nos realza a una nueva visión de la vida. Lo más complejo está en no saber graduar bien todo esto, es decir, perder perspectiva de lo que realmente genera esta disciplina convertida en arte es tremendamente peligroso.
Por último, ¿Cómo ves el futuro de la tauromaquia a medio-largo plazo y qué deberíamos hacer «desde dentro» para asegurar este futuro?
Veo la tauromaquia como un tesoro a cuidar desde el respeto y la responsabilidad siendo sabedores de que convivimos con ella, pero no nos hace dueños de sus gestiones. Pediría respeto en todos los ámbitos sociales y políticos, no trabajar con tanto desagradecimiento y que el ego que genera esta profesión a las personas no sea una vía rápida para ejecutar acciones profesionales. Más bien un ejemplo para crecer, sentirse orgulloso y contribuir con quienes ven la tauromaquia con ojos renovados adaptada a los nuevos tiempos.
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