El tesoro escondido de Deba tuvo un rotundo cierre con otra gran novillada, es sin duda alguna una de las citas ineludibles para todo aficionado norteño. Un serial de novilladas con seriedad, importancia y la plaza a reventar.

Se lidiaron novillos de Puerto de San Lorenzo que mostraron ciertas complicaciones pero sin ser del todo complicados, permitieron lucirse a los novilleros.

El rotundo triunfador fue Javier Zulueta quien a través de un toreo alegre, templado y muy puro fue capaz de encauzar cada embestida al son de Nerva. El sevillano dejó su esencia en un ruedo muy serio y en ciertos momentos algo frío. Derrochó torería, seguridad, solvencia, tranquilidad y lo más importante, naturalidad. Gran tarde de Zulueta.

El Mene por su parte mostró un toreo más frío, más sobrio. El clásico toreo castellano, aunque al igual que su compañero se pudieron atisbar en él grandes virtudes, pues junto a su compañero dieron un recital de naturalidad y muchísimo temple. Se le notó cómodo, destacar de él unos bellos trincherazos que calaron en el coso guipuzcoano.

En definitiva, un auténtico deleite para el aficionado al toreo clásico, gran tarde de toros en Deba.