"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"

Juan Belmonte

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LUQUE SE REBOSA EN LA VILLA DE FERNANDO IV

Azpeitia cerró una feria en la que la nota más importante fue el notable aumento de asistentes respecto al año anterior, con gran diferencia. Un llenazo de «No hay Billetes» hizo notar las ganas de tan importante cartel en la villa guipuzcoana.

Los toros de La Palmosilla fueron pitados tanto de salida como en el arrastre, siendo el quinto el único ovacionado al ser arrastrado por las mulillas. Fue una corrida mal presentada para lo esperado en Azpeitia, y en cuanto a juego sólo se salvó el quinto, cogido con pinzas y tapado por un torero soberbio.

Daniel Luque fue el nombre propio del festejo, y no es un dato subjetivo, es que fue así. El de Gerena inició la faena del quinto algo dubitativo en busca de las virtudes del de La Palmosilla con unos tendidos impacientes, aunque el sevillano gesticuló con su mano izquierda pidiendo calma, esa misma que luego hizo romper la plaza en un verdadero manicomio. Luque es mucho Luque, se coronó, prosiguió con lo que viene siendo una temporada entusiástica. Cuidó al toro, con gracilidad fue enderezando derechazos con la figura erguida y la mano a media altura, qué muletazos. Pero lo mejor vino por naturales, mano izquierda prodigiosa. La gente se miraba, unos a otros sin dar crédito de lo que estaba sucediendo, los niños se llevaban las manos a la cabeza mientras sus ojos se tornaban con admiración y quizá, sueños de poder realizar lo mismo en unos años. Los mayores observaban y los curiosos no pestañeaban, incluso las monjas del monasterio colindante se asomaron por las ventanas al son de aquellos que lo hacían por los balcones de sus hogares, fue un auténtico faenón, de esos que nunca se olvidan, quizá la mejor faena de los últimos años en Azpeitia. S-U-B-L-I-M-E. Remató con una estocada casi entera de efecto fulminante. Si Fernando IV de Castilla fundó está bella villa en 1310, Luque la refrendó en 2023.

Juan Ortega aportó sabor en el momento preciso, fue lo más destacado de la tarde hasta el tercer toro. Ejecutó las mejores verónicas de la feria, de largo. Esa pausa. muñecas prodigiosas, acompañando con la cintura, barbilla encajada, talones atornillados al oscuro ruedo azpeitiarra y ese pecho detrás de la embestida, impecable. Con la muleta poco pudo hacer, dejó detalles de torería como un bellísimo molinete y pases de la firma para hacer unos cuantos carteles. Además mostró un valor tremendo, se pasó al de La Palmosilla por delante de las espinillas con gran despaciosidad, tanto que se dormía en el trazo el sevillano, se quedó a placer. Sin embargo en su segundo hizo bien en pasaportarlo, no tenía nada dentro.

Ureña vino a Azpeitia y vino de verdad, con la honradez por delante. Tuvo ante sí el lote más complicado, pero la solvencia con la que anduvo y la valentía echándose encima del durísimo cuarto quedaron patentes. En el cuarto vio la peligrosidad y en lugar de achantarse ante ella, decidió arrimarse más. El público impetraba al murciano el cese de una faena que se estaba tornando peligrosa, pero quería triunfar y tiró de riñones, los encajó y empezó la fiesta. Naturales largos, hondos y profundos, hasta detrás de la cintura, con importancia además, porque el toro no regaló nada. Perdió el trofeo con los aceros, donde se atascó, pero sin duda dejó cosas de importancia.

Corrida de Toros :
Azpeitia :
Entrada : Lleno con cartel de «No hay Billetes».
Toros : La Palmosilla : De nula presencia y juego variado.
– Paco Ureña : Ovación con saludos y Silencio tras aviso.
– Daniel Luque : Ovación con saludos y Dos orejas.
– Juan Ortega : Ovación con saludos y División de opiniones.
Incidencias : Juan Contreras saludó tras parear al 2°, en el 3° hicieron lo propio Jorge Fuentes y Perico.
Asociación Nacional de Fotógrafos Taurinos