
"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
Noticias
Juan Belmonte
Azpeitia vuelve de nuevo, y lo hace por todo lo alto, con su tradicional corrida de Ana Romero, una corrida ya consolidada en uno de los bastiones del toreo del norte, sin duda alguna una cita con la tauromaquia vasca imposible de ignorar.
El rotundo y principal triunfador, sobre todo por una espada armada fue Diego Urdiales. Plasmó una faena con un toreo albo, sencillo, natural, en definitiva, puro. El riojano hizo activar todas las pupilas sobre el grisáceo ruedo azpeitiarra desde el primer toro. Toro al que fue capaz de realizar una faena sin ligazón, pero con monta, pues cada natural, cada derechazo valían su peso en oro. Empero, lo mejor vino con un segundo al que le hizo virguerías que muchos sueñan y que pocos saben realizar, el arnedano se gustó, se lució y cuajó una faena acrisolada. Cada muletazo poseía aromas de La Rioja mezclados con los olores a zotal, estiércol, puro y orines tan propios de una tarde de toros, fue sin duda la faena postulada a faena de la feria. Remató fulminante con una espada más que afilada, dos orejas de ley.
A medida que avanzaba la tarde la oscuridad iba apareciendo en el ruedo de Azpeitia, «Hoy le compensa la entrada a los de sol» decían algunos, pues el sol no hizo acto de presencia, aunque tampoco la lluvia, quizá hizo la temperatura perfecta para una tarde de toros. Sin embargo, al son de la oscuridad, aparecía la luminosidad de un Daniel Luque que venía disparado para triunfar con rotundidad. Le tocó un lote con teclas, pero cuando un torero está en un nivel óptimo, cabal e insuperable, pocos animales se le resisten. Y Luque es capaz de hacer al toro malo, bueno. No sé si será sapiencia, fortuna o entrenamiento, yo me inclino más por lo primero y lo tercero, pues la fortuna se vislumbra en contadas ocasiones y no en abismales como sucede con Luque tarde tras tarde. El sevillano no surcó la puerta grande junto a Urdiales pero fue sin duda tan rotundo triunfador, que sustituirá a Morante de la Puebla el próximo martes, que seguro será el día de máxima expectación.
Carretero «bailó con la más fea» en su primer toro, un toro gazapón que callejeaba por la muleta del de Hellín observando de reojo y mirando los talones del torero. Se le notó ausencia de oficio, propio del poco bagaje del albaceteño. Sin embargo tuvo en suerte al excelente sexto, un toro al que Carretero entendió por momentos y al que trató de cuajar un toreo que como ya he dicho, es difícil de comparar en tardes como hoy. Pues se inserta en una terna más que experimentada, y la experiencia como se dice, es un grado. A pesar de ello se le vieron matices de toreo caro, por momentos desbordado, pero con la mente fría, y eso no es sencillo. Dejó una buena estocada, pero los errores con el descabello minimizaron una faena de oreja en un gélido silencio.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal. Toda la información del universo del toro en un solo email.
Copyright 2025 News Atlas. All rights reserved.