Bayonne y el rejón, es una historia preciosa. La plaza llena, los diversos públicos no siempre al tanto de las cosas del toreo muchas veces salen satisfechos con el espectáculo ofrecido.

Este sábado, no hubo excepción a la regla. No obstante, la generosidad de la presidencia, el gran triunfador de esta tarde fue Guillermo Hermoso de Mendoza, formidable de maestría con el último Tenorio y superando a sus dos compañeros de cartel.

Guillermo Hermoso de Mendoza tuvo que dar batalla con el único ejemplar portugués que salió con motor y permitió al joven navarro desplegar todo su repertorio. El toro fue recompensado con una vuelta al ruedo un tanto generosa. El manejo de los aceros le privó de otro gran triunfo, cortó un trofeo y se sumó a las dos primeras orejas del tercero.

El portugués Miguel Moura que abrió el cartel, tuvo que enfrentarse a un Tenorio completamente parado que sacó de su querencia. Su labor con el rejón de muerte le privó de un trofeo, fue silenciado. Fue mejor con el cuarto, un animal con un poco más de movilidad al que cortó una oreja.

Un día poco entusiasta para la francesa Léa Vicens que se beneficia de una popularidad extraordinaria en la plaza de toros de Lachepaillet. Su primer oponente saltó al callejón, manifestó su dudosa calidad. Se quedó en querencia en tablas, donde Léa realizó una faena desigual y falló con el rejón de muerte.

Su segundo oponente fue un manso casi perdido del que se deshizo tras una actuación entorpecida por la ausencia de embestida del toro. Decidió regalar el sobrero del hierro de San Pelayo. Este excelente toro en sus acometidas permitió a la francesa lucirse. A pesar de un rejón caído, tuvo que usar el verduguillo, la oreja del amor fue solicitada (y obtenida) por el público.