"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
Noticias
Juan Belmonte
Los toros de La Quinta se han vuelto de nuevo a decepcionar. Eran desiguales en presentación, sosos, faltos de transmisión. Y sin embargo, gracias a Clemente, de Justo y, en menor medida, a Luque, la emoción llego en el ruedo durante esta cuarta corrida de las Fiestas de Mont de Marsan.
Felices los aficionados que pudieron vivir el domingo en Céret con Gómez del Pilar y hoy en Mont-de-Marsan con Clemente dos de esos momentos, todas sensibilidades taurinas combinadas, que te ponen los pelos de punta y las lágrimas en los ojos.
Felices los que hoy vieron su primera corrida, solo tenían un deseo de volver al ruedo.
Daniel Luque cortó una oreja a cada uno de sus toros sin que se pueda decir que tuvo una gran tarde. Mató mal al primero, un toro soso, tras una faena técnica, pero sin mucha transmisión. En el cuarto no hubo faena, un toro soso que nunca se entregó. La buena estocada fulminante y el espectacular efecto le permitieron cortar un trofeo reclamado por parte del público.
Para Emilio de Justo, silencio en el primero tras una buena estocada, el toro soso y justo de fuerzas nunca transmitía emoción. De Justo se la jugó frente a su segundo La Quinta con la envidia de un novillero. Lo esperó a Porta Gayola. La sosería “rítmica” del toro y el compás de la música permitieron a De Justo relajarse y pasar de un “tauromaquia buscando orejas” a un toreo que combina coraje, dominio y expresión de los sentimientos del torero. Se le concedieron dos orejas a pesar de un pinchazo.
Clemente cortó menos trofeos que sus dos alternantes de cartel. Pero él es el triunfador de esta tarde. Uno lucido trasteo, en un primer toro sin mucho interés, demostraron que estaba al nivel de Luque y De Justo. De cara al sexto toro, estuvo sencillamente excepcional. Este torero supo combinar técnica, coraje y arte. Algunos decían en el callejón «es un Morante con el coraje de un Ruiz Miguel». Todo fue hermoso, justo y emotivo. Su toro no era un gran toro. Sólo tenía un poco más de tranco que los cinco anteriores. La clase y el toreo del galo hicieron el resto.
Herido con cornadas en la pantorrilla y el muslo, abandonó el ruedo con el público de pie al grito de ¡“torero, torero”!
Suscríbase a nuestro newsletter semanal. Toda la información del universo del toro en un solo email.
Copyright 2025 News Atlas. All rights reserved.