
"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
La feria de Santiago de Santander se abrió con una atractiva novillada de Núñez de Tarifa para Álvaro Seseña, Diego Bastos y Manuel Caballero, una tarde que registró dos tercios en los tendidos.´
Diego Bastos fue el nombre propio del festejo, pues como indica el titular, el sevillano sacó agua de un pozo adusto, adusta fue la novillada de Núñez de Tarifa, no dio el juego para ver los triunfos que muchos soñamos. Sin embargo Bastos exprimió las virtudes y minimizó los defectos de sus oponentes. Supo conjugar la compostura, el talento natural, la reunión, el embroque y el encaje de los riñones para dejar dos faenas plenas de matices.
Álvaro Seseña fue todo un arrollador, y es que el torero madrileño tuvo en suerte el peor lote del festejo, sin embargo se echó encima de sus novillos. Dos novillos que pidieron papeles y que advirtieron al de Aranjuez de que un percance se podría atisbar, sin embargo respondió con más juego en las cercanías. Cual imán se adhiere a una nevera Seseña brilló, escasos fueron los centímetros de su muslo a la testuz, me atrevo a decir que por momentos fueron 20 cm los que los separaban. Evolución y ganas, novillero a tener en cuenta.
Manuel Caballero sin embargo, puso todo de su parte, y no se puede decir que estuviera mal, pues se vio en él un torero con detalles muy buenos, matices debe corregir, pero sin duda alguna se puede ver a un torero con condiciones para liderar el escalafón con caballos. Se evidenció la falta de rodaje respecto a sus compañeros, pero hubo detalles de torería que con el tiempo serán cosas importantes. No tuvo opciones de triunfo, pero trató de triunfar respetando su concepto, siempre puro.
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