Bilbao acogió la primera novillada del II Certamen Iván Fandiño con gran ambiente en los tendidos, pues sube la afluencia de público respecto al año anterior. Cabe destacar el detalle de Ginés Marín tras finalizar el paseíllo de regalar una muleta a cada novillero.

Pedro Andrés sorprendió a los allí presentes, cuajando de principio a fin a un bravo novillo de Fuente Ymbro. Lo recibió a porta gayola ejecutando posteriormente los mejores pasajes por verónicas de la novillada, y si me apuran, seguramente los mejores del certamen, con pausa, acompañando con el pecho y mano baja, cumbre. Con la muleta bordó el toreo y se le notó una evolución impresionante, ejecutó derechazos que conectaron con Bilbao y se supo torero norteño. Con la mano izquierda alargó los trazos como mandan los cánones, con la yema de los dedos en ele estaquillador y girando la muñeca, gran faena del vitoriano. La espada se llevó dos orejas de peso, cortó una.

Javier Zulueta fue otro de los triunfadores del festejo, pues triunfaron los tres de diferentes formas. El sevillano hizo gala de un toreo puro, clásico, natural, es decir, diferente. Esa diferencia fundamental para marcar el paso, y es que Sevilla nunca decepciona. Zulueta supo cuajar al novillo más fuerte del festejo y a pesar de su juventud se le apreciaron cosas excelentes, pues conocía los terrenos, las distancias y lo más importante, las pausas. Firme por derechazos y natural por naturales, estuvo sublime. Perdió las dos orejas con los aceros, quedó en una calurosa ovación desde el tercio.

Eduardo Ruíz de Velasco fue el rotundo triunfador. La Escuela Taurina de Palencia puede presumir sin duda alguna de tener un novillero con las ideas claras, Muy inteligente durante la faena que la terminó pegado a tablas para que Bilbao se rindiera a sus pies, fue capaz de poner Bilbao en pie desde el inicio de rodillas de muleta en los medios, gran tarde del palentino. Torero a tener muy en cuenta que era el que menos había toreado del festejo y se le vio más que seguro. Dejó una estocada contraria pero de efecto inmediato. Dos orejas.