Los Miuras de Pamplona vendieron cara su muerte, pues dieron complicaciones como es habitual en ellos y no regalaron una embestida.

Jesús Enrique Colombo fue el principal triunfador gracias a la capacidad de endosar muletazos de hondo trazo y una espada certera que rubricó dos faenas de importancia del venezolano que se ganó al público pamplonés en el cierre de feria.

Juan Leal estuvo cumbre en una tarde que de no ser por la espada hubiera sido más que triunfal convirtiéndose en una doble puerta grande junto a Colombo. Fue capaz de tener al coso navarro con el corazón en un puño, mostrando arrojo, valor y una seriedad impactante en cada faena.

Rubén Pinar pasó inédito, pues fue volteado de capote y la tarde quedó en mano a mano. Le deseamos una pronta recuperación.