La antepenúltima corrida de la Feria del Toro de Pamplona no dejó a nadie insatisfecho, fue un auténtico corridón de toros de Jandilla.

El Juli fue sin duda alguna el más rotundo triunfador, cuajando una faena soberbia, quizá una de esas faenas de las que a final de temporada recuerdas entre esas 10 faenas del año. La mano baja de El Juli a su segundo fue impresionante, ligazón, tiró de riñones, alargó la embestida y cuajó los mejores muletazos de la feria, rematados por una gran estocada. La faena de la feria lleva la firma de Julián López «El Juli».

Cayetano tiró de casta y raza, esa que sólo tienen los Rivera Ordóñez, y es que el torero madrileño de orígenes rondeños supo entender a la plaza de Pamplona, una de sus plazas. Volvió locos a los tendidos de sol, apuró en cada suerte sufriendo un percance del que salió ileso milagrosamente. Además dejó dos auténticos estoconazos en todo lo alto en los que se tiró encima de sus oponentes.

Antonio Ferrera estuvo excelente con el buen primero al que cuajó y que de haber matado al primer intento le hubiera valido para cortar una oreja, sin embargo la faena de haber sido en el cuarto hubiera sido de dos orejas, la frialdad del público en el primer toro no ayudó. El cuarto se hizo cuesta arriba pues fue el peor de la corrida y la merienda hizo mella en el coso pamplonés. Buena tarde de Ferrera a pesar de no acompañar en hombros a Cayetano y El Juli.