"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
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Juan Belmonte
A pesar de ser una persona que no procede de una familia taurina, su afición se debe a que creció entre Navarra y Aragón: “dos lugares con mucha afición al festejo popular, y eso hizo que me empezase a interesar por este mundo”.
Todavía recuerda el primer recuerdo taurino que tiene: “fue cuando vi por primera vez salir a un torero por la puerta grande de Pamplona, fue entonces cuando sentí realmente el ‘gusanillo’”.
Todo comenzó: “en la escuela taurina de Tudela allá por el 2003, y mi principal maestro fue Curro Lamana, que es quien apostó por mí desde sin caballos”. Recuerda sus inicios con mucha ilusión “fue una etapa muy bonita, aunque con esa edad realmente no le das la importancia que tiene, de novillero sin caballos toreé unos 40 festejos” La etapa con los del castoreño se prolongó durante cinco temporadas “unos años toreaba 5 novilladas otros 7, así hasta que llegué a la alternativa. Luego tuve la suerte de torear mucho en Francia en sitios muy toristas donde les gustó mi forma de torear”.
Y es que en el país vecino siempre se ha dicho que se da cabida a los toreros que torean menos en España, le preguntamos a nuestro protagonista si en su caso fue así “en mi etapa de novillero desde luego que fue así, ahora como matador está costando más porque hay más compañeros y es más complicado meter cabeza en según qué ferias. Pero bien es cierto que allí, premian el enfrentarte a según que ganaderías”.
Porque como nos dice Imanol “aquí en España los aficionados quieren que triunfes con las ganaderías duras, mientras que en Francia entienden que es difícil y valoran más otros aspectos como la lidia, la actitud etc.…”
El día de su doctorado llegó en Calatayud el 9 de septiembre de 2013, a manos de Javier Castaño y Alberto Aguilar “recuerdo aquel día con mucha ilusión, salió todo rodado y si no llega a ser por la espada hubiese salido a hombros”. Y es que llegaba a la alternativa tras una temporada como novillero en la que le apoderó Alberto García y pudo torear bastante “fue una temporada en la que estuve en bastantes sitios, y llegamos a la alternativa habiendo matado novilladas de las denominadas duras, en las que no terminaron de salir las cosas como nos hubiese gustado”. A pesar de ello, el día de su doctorado pudo dejar muy buenas sensaciones ante sus paisanos “todavía recuerdo a un gran toro de Alcurrucén que fue bravo y fuerte, con el que pude expresar verdaderamente mi concepto y mi manera de torear”.
Su carrera en el escalafón superior ha estado marcada mayoritariamente por matar las corridas denominadas duras, en las que se ha enfrentado a todo tipo de encastes “en el año de la pandemia ya maté alrededor de cinco corridas de este tipo, fue un año en el que no había apenas festejos y yo pude torear.” Sin embargo, fue la pasada temporada una en las que el torero aragonés más festejos lidió, cerrando el año con 12 festejos (entre corridas de toros y festivales) “fue una temporada dura, en la que también me enfrenté a la corrida de reta en Estella, y marcó un poco el devenir de la temporada. Esa corrida me afectó psicológicamente y me costó volver a coger el ritmo y la ilusión a lo que restaba de temporada.” Y es que torear este tipo de corridas, no es una labor sencilla “cuando ves que tarde tras tarde con este tipo de corridas no ruedan las cosas, es muy complicado tener esa ilusión de seguir toreando” Y es que además en toreros de la situación de Imanol, todavía es más complicado “uno sabe en la situación que se encuentra, y si no ruedan las cosas pues vas bajando y cada vez hay menos oportunidades”.
A pesar de su complicada situación, se reconoce un afortunado “tengo la gran suerte de poder vivir del mundo del toro, sin tener la necesidad de vivir de lo que toreo”. El diestro de Pedrola se dedica en su totalidad al mundo del toro y puede vivir en su totalidad de ello “lógicamente no vivo solo de lo que toreo, pero tengo la suerte de tener numerosas direcciones de lidia y una asesoría taurina que he montado con otro socio, con la que tramitamos festejos en Aragón, Navarra y otras comunidades limítrofes”.
Imanol es uno de los toreros que cuando tiene un hueco en su agenda, desempeña la función de director de lidia en muchos de los festejos populares que se organizan entre Navarra y Aragón “la verdad que cuando no toreo de luces, y me ofrecen la oportunidad sí que desempeño este papel” aunque nos deja claro que siempre hay personas que critican esta decisión “siempre hay parte del público que lo crítica, porque parece que un torero haciendo las labores de dirección de lidia en un festejo popular, le quita grandeza al toreo. Pero para mí la grandeza del toro precisamente es esa, el ser humilde y saber que un día puedes estar en una tarde de gloria pero que al día siguiente hay que volver a la realidad. Y creo que este es el mensaje que hay que dar a cualquier joven que quiera ser torero en el día de hoy”.
La temporada 2023 de Imanol comenzó el pasado mes de abril en un festival que se celebró en la localidad turolense de Andorra, y se le plantea “después de que el año pasado no rodasen las cosas como nos gustaría, lo lógico es que no suene demasiado el teléfono, pero sorprendentemente hay cuatro o cinco cosillas que me ilusionan
mucho y que pronto verán la luz”. El matador de toros aragonés cumplirá esta temporada sus 10 años de alternativa “me gustaría celebrarlo de manera especial, y si se conjugan los ingredientes necesarios espero poder hacerlo”.
Después de la complicada temporada pasada, Sánchez estuvo tres meses sin tocar prácticamente una muleta y actualmente se encuentra entrenando “estoy intentando torear más derecho y despacio si los toros me permiten. Y afronto los entrenamientos con la ilusión de un chaval que quiere ser torero, aunque con la base de la experiencia de estos 10 años que llevo como torero”. En esos entrenamientos son en los que busca la evolución en su forma de torear “al final intento que la gente vea cosas nuevas en mí cuando salgo a la plaza, pero siempre sin salirme de mi concepto y personalidad. No es una tarea fácil, pero ahora me encuentro trabajando en ello”.
LA CONEXIÓN CON LAS REDES SOCIALES
El diestro zaragozano, es uno de los más activos actualmente en las diferentes redes sociales. Siempre se muestra cercano con la afición y muestra el día a día en un mundo que mayoritariamente carece de comunicación “Creo que es muy importante la comunicación, y considero que soy uno de los toreros pioneros en esto. No sin recibir críticas, al final cuando uno se expone ante la gente pues es normal, aunque debo decir que muchas de las críticas, precisamente son de la gente de dentro.”
Es el propio sector el que esta dañado interiormente, y nuestro protagonista se muestra convencido de que hay que buscar una solución ya “tenemos que ser autodidactas y buscar una solución ya, de lo contrario tendremos un grave problema. Muchos de los festejos que había en los pueblos, ya se están perdiendo”. No solo es ese el problema, sino que también en las grandes ferias muchos de los puestos están “sellados” y se repiten año tras año y por ende no hay hueco para la renovación “al final siempre son carteles muy parecidos, y por tanto es muy complicado entrar en las ferias. El problema de esto es que, de no cambiar, al final todo se quedará reducido en unas quince plazas de toros, y ya no habrá más”. Como conclusión final, Imanol está convencido de que hay que dar una vuelta de tuerca sobre todo en los festejos que se organizan en los pueblos “si no al final desaparecerán y todo quedará en una suelta de vaquillas y recortadores (que además tienen una gran afluencia de público), y los festejos mayores se eliminarán por tanto, los toreros pasaremos a un segundo o tercer plano”
Otro de los temas a los que nos lleva la conversación, es la buena respuesta de público joven en los tendidos “es una respuesta muy positiva, solo hay que ver en las plazas que he toreado este último año estaban repletas de gente joven” está convencido de que la clave de esta respuesta es la comunicación “gente como vosotros que conectáis con los jóvenes a través de las redes sociales, hace que este tipo de público pueda conocer este mundo de manera más cercana” Pero además en Aragón tenemos la suerte de contar con la Escuela Taurina Oscense, y el Certamen Mar de Nubes en
Zaragoza “este ha sido el otro ingrediente para atraer al público joven. Pues hay en ambas escuelas muchos chicos jóvenes que a su vez “arrastran” a más jóvenes. Y yo creo que la conjunción de ambas cosas, es el ingrediente secreto para el éxito” -concluye.
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