El primero de la tarde arrolló de salida a Lalo de María y luego puso en peligro a más de uno con sus oleadas de manso en los primeros tercios. De María supo recoger su huidiza embestida en la muleta y a base de dejarla puesta ligó series primero con la derecha y después al natural, mostrando temple y sobresaliendo en el toreo con la mano izquierda en un par de series que tuvieron profundidad y firmeza. Mató de media y fue ovacionado.

Lalo de María se las vio en cuarto lugar con un novillo que no humilló en los primeros tercios y siguió sin hacerlo en la muleta. El de Núñez de Tarifa tuvo problemas de fuerza y se defendió todo el tiempo, poniendo en peligro al novillero. El francés lo intentó pero tuvo que desistir ante la acentuada dificultad del novillo. Mató de pinchazo y estocada.

Mario Navas comenzó su actuación con un buen toreo a la verónica en el que sobresalieron los lances por el pitón izquierdo. Intervino en el quite Manuel Román toreando por chicuelinas y rematando con larga cordobesa. Navas se mostró firme durante toda la faena de muleta. Comenzó toreando con prestancia con una rodilla en tierra y luego ligó con la derecha con limpieza. También estuvo solvente al natural con un enemigo muy apagado. Mató de dos pinchazos y media. Palmas.

El quinto mostró dificultad de salida, sin humillar y soltando la cara. Mario Navas lo trató con autoridad en el arranque de faena doblándose bien por bajo y logró limar asperezas. Lo mejor de la faena llegó en el toreo al natural de uno en uno citando de frente. También logró sacar algunos derechazos estimables a un animal que no repetía ni acababa de emplearse. Mató de estocada atravesada y fue ovacionado.

Manuel Román dejó grata sensación en el recibo de capa al tercero de la tarde, un novillo serio por delante al que toreó con buen estilo a la verónica. Sorprendió en el arranque de faena toreando sin probaturas en redondo en dos series diestras que tuvieron ligazón, empaque y transmisión. Sonó el pasodoble y se creó ambiente de triunfo. El novillo fue a menos y limitó la faena, que también tuvo buenos momentos al natural y que podía haber sido premiada de matar al primer intento. Lo hizo de estocada desprendida y tres descabellos y dio la vuelta al ruedo.

El sexto de salió manseando descaradamente. Después de un contundente castigo en el caballo, fue bien banderilleado por Javier Ambel, que saludó montera en mano. Román brindó al público e intentó atemperar la brusquedad de su enemigo con serenidad y aplomo. Estuvo serio y capaz con un novillo exigente y áspero al que sacó todo el partido posible. Al entrar a matar resultó cogido de forma espeluznante quedando inconsciente en el ruedo y teniendo que ser conducido a la enfermería.