En Alicante se vivió una gran corrida de toros con una doble puerta grande.

El Fandi fue el más destacado de la terna, se llevó dos apéndices que pudieron ser tres de no ser por la negativa del palco que fue abroncado. Estuvo cumbre desde capote, dejando zapopinas de gran nivel, en banderillas como viene siendo costumbre anduvo sobrado y con la muleta provocó un auténtico caos dejando muletazos de bandera rematados con una buenísima serie de rodillas por desplantes.

Sebastián Castella no tuvo suerte en el sorteo, aunque a pesar de ello se llevó un importante apéndice para revalidar que su puerta grande en Madrid no fue casualidad. Entendió a la perfección las embestidas de su segundo toro para arrebatarle una gran oreja digna de la labor que hizo durante todo el festejo, gran tarde del galo.

Daniel Luque mostró el momento en el que se encuentra, y es que aunque los toros no pongan de su parte, él embiste por ellos, mostró tener unas manos privilegiadas para que sus dos oponentes fueran exprimidos al cien por cien en bellísimos pasajes muleteros, gran dimensión de Luque.