Manolo Vázquez toreó con temple de capa en su primero, dejando buenos detalles como dos medias muy toreras y bonitos delantales, además de un pinturero quite por chicuelinas. Brindó a Pepe Luis Vázquez y comenzó toreando con suavidad a un animal noble pero bastante soso. A media altura lo toreó con compostura y buen gusto en una faena limitada por la falta de transmisión de su enemigo en la que se mostró seguro y siempre superior al novillo. Mató de estocada y fue silenciado.

Al cuarto lo toreó con soltura de capa en el recibo. La faena la comenzó toreando al natural a un novillo que embestía a su aire sin humillar con el que no pudo lucirse. Lo intentó por los dos pitones sin poder componer faena. Mató de pinchazo hondo y descabello.

Sergio Rodríguez dejó buenas verónicas en el segundo de la tarde. Después de su encuentro con el caballo, el novillo buscó el amparo de las tablas. Rodríguez lo apartó de su querencia y lo templó bien por el lado derecho hasta que el novillo comenzó a quedarse abajo. Con todo, lo aprovechó dejando buenos muletazos en una labor de mérito que remató bien con la espada.

En el segundo de su lote, Sergio Rodríguez estuvo bullidor y variado en el recibo de capa. Este quinto fue el novillo con más complicación y menos posibilidades, especialmente por el pitón izquierdo. Con la derecha pudo robarle algún muletazo no sin esfuerzo por parte del novillero. Mató de estocada.

Diego Bastos templó bien con la muleta la áspera embestida del tercero bajando la mano y haciendo sonar la música. Estuvo por encima de un astado molesto ante que el que mostró firmeza y temple. Por el lado izquierdo logró los momentos con más estética hasta que el animal se rajó y buscó tablas. A pesar de ello apuró todas las embestidas en una labor sólida que coronó de estocada provocando una petición de oreja que no fue atendida por el palco. Dio la vuelta al ruedo.

Diego Bastos cuajó un excelente recibo a la verónica en el sexto, sobresaliendo los lances por el pitón izquierdo. Con la muleta intentó llevar largo a un animal desigual en su embestida que no le permitió una labor redonda. Bastos mostró de nuevo actitud y estuvo por encima de su oponente. Al final de la faena sufrió un par de desarmes que rompieron el hilo de una faena larga. Mató de estocada y descabello.