Poco o nada a destacar en la novillada de Vic Fezensac. Una novillada justa en todas sus características, cumplió en el caballo recibiendo dos puyazos cada uno, pero su falta de fuerzas condicionó la lidia. Los tres primeros empujaron en el encuentro con los piqueros y el quinto fue el de mejor condición en la muleta con un buen pitón izquierdo.

Lamothe no pasó de discreto en sus dos actuaciones, faenas largas y tediosas que no conectaron con los tendidos. Con el capote toreo tan fácil que no transmitió nada. Su primer novillo por el derecho cazaba moscas y lo enseñó, por el izquierdo poco o nada tenía. Su segundo se movió y humilló sin casta ni bravura. 

Jorge Molina debutaba en Vic Fezensac, igual que sus compañeros, pasó sin pena ni gloria. Se le vio por momentos sin saber colocar a los novillos en suerte y si debía de hacerlo. Con la pañosa fue una faena larga la de su primero que se iba quedando corto tras no recibir un buen trato en cada muletazo. En el quinto, hasta pasada la mitad de faena no se acopló al buen pitón izquierdo. La mejor tanda de la matinal se vio por ese pitón, cambio de mano sin saber muy bien y todo se diluyó entre pases y más pases.

Parejo, dejo imagen de novillero antiguo mostrando ambición y ganas, pero faltó de recursos. Al tercero de la mañana lo recibió con unos bonitos delantales rematados con una media. Brindó al respetable para torear ayudándose por alto encajando los riñones, con un buen remate de pecho que terminó el novillo dándole un volteretón. Se levantó y se puso a torear sin probaturas, pero el novillo se había orientado y fue muy difícil darle dos seguidos. Lo intentó con ambas manos con más corazón que cabeza. Con la espada, falló y todo quedó en una ovación. Ante el cierra plaza, demostró sus ganas y ambición. Faltó darle distancias y tiempos a un novillo que embestía sin codicia alguna. Poco dijo Parejo, pero mucho fue según se dio la mañana.