Entretenida tarde de toros la vivida en Valsaín con la Escuela Taurina de Segovia y las promesas del toreo popular.

Los jóvenes recortadores hicieron disfrutar al público de Valsaín con sus cortes y quiebros ante dos buenos astados de la ganadería El Sierro. Después, cuatro figuras del toreo popular expusieron sus habilidades ante un extraordinario novillo de Andrés Hernando dejando una gran variedad de saltos y cortes.

Y llegó el turno del arte de Cúchares. Dos alumnos de la Escuela Taurina de Segovia se enfrentaron a dos astados de la ganadería perteneciente al maestro Julio Aparicio.

En primer lugar saltó al ruedo un añojo jabonero, al que Jorge Oliva recibió con el capote de manera variada, dejando buenas verónicas y chicuelinas. Puso Oliva dos pares de banderillas, partiendo el segundo par a la mitad y poniéndolas como si fueran banderillas cortas en un extraordinario par al quiebro. Empezó Jorge con la mano derecha la faena de muleta, en la que dejó buenas tandas con ambas manos. A pesar de que el novillo salía suelto de los lances, el aprendiz lo entendió y consiguió ligar las tandas. Culminó la faena con una estocada arriba, un poco trasera y perpendicular. Dos orejas para el casillero y puerta grande.

Saltó al ruedo otro añojo jabonero de Julio Aparicio, al que Daniel Hernández recibió a la verónica destacando dos de ellas de gran belleza. A medida que avanzaba la faena, el novillo comenzó a pararse, pero, a pesar de ello, Daniel consiguió realizar una meritoria faena de muleta con ambos pitones, aunque por el izquierdo era más complicado. Cerró la faena por manoletinas. Se percibió el poco oficio en la estocada, pues cayó contraria. A pesar de ello, dos orejas más y puerta grande para ambos.

La plaza de toros de Valsaín, que se encontraba llena de público, disfrutó de una buena tarde de toros agrupando el toreo popular y el toreo clásico.