Aguascalientes vivió otra intensa corrida de toros en la que primó la variedad tanto en las embestidas como en el concepto de los diestros. Los astados de Corlomé fueron los que más juego dieron, destacando por embestidas al ralentí más que pausadas. José María Pastor destacó por un toreo despacioso a pesar del poco juego de sus oponentes, pero pudo mostrar un concepto boyante. José María Hermosillo tiró de casta y raza para ejecutar dos faenas de alto nivel sin premio en físico pero sí moral. Miguel Aguilar realizó el mejor toreo de la tarde con grandes muletazos de riñones encajados y arrastre de la embestida, gran tarde del mexicano. Alejandro Adame también pudo cuajar a su segundo toro, toro al que supo entender, pues sus embestidas no fueron sencillas, redondeó una tarde que a pesar de que no respondiera el público, fue sublime.