Aguascalientes acogió un mano a mano impresionante de las dos máximas figuras del toreo en el país azteca durante la última década, por ello se registró un llenazo histórico para estar a la altura de tanta categoría. Plaza de primera, figuras de primera línea, toros de ganaderías con cartel y plaza a reventar, no se puede pedir más. El Juli no tuvo su día, pues ni tuvo suerte con los lotes ni el público conectó con él, al contrario, le exigió como nunca, pero ni el de regalo dio opciones al madrileño que dio todo lo que tenía dentro. Joselito Adame anduvo como viene haciéndolo desde la pasada campaña, a un altísimo nivel y con una capacidad impresionante de entender a todos los toros. Prueba de ello fue su primer oponente al que cuajó de cine y remató con una gran estocada echándose encima de él, gran tarde del torero local en su plaza.