El veterano rejoneador del país vecino Moura Caetano lidió al buen primero, que salió un poco despistado, pronto consiguió atraerlo con dos buenos rejones, acertado estuvo con las banderillas, falló con el rejón de muerte y cortó dos orejas
El tercero fue el un grandísimo novillo Joao lo vio claro pero aun así le dio dos rejones de castigo, para dar paso al tercio de banderillas. Ahí pudo exhibir a sus caballos con un tercio que puso a parte del público de pie. El «acierto» con el rejón de muerte y la rapidez del puntillero cortando las dos orejas.
Salió garrocha en mano el rejoneador Atarfeño Sebastián Fernández, como ya es su costumbre y el gusto de los que conocen su toreo, Un buen rejón de castigo suficiente para tener la entereza necesaria en banderillas, demostrando al público su buen hacer en esa suerte reuniendo todas en un diámetro chiquitito, tanto es así que al dar rejón de muerte una de las banderillas largas le dio un golpazo tremendo el el pómulo derecho. Un excelente rejón de muerte que hizo caer al astado cortando dos orejas. Con la Puerta Grande asegurada, salió a por el cuarto, un novillo grande y bien armado, para el que sólo utilizo un rejón de castigo, lo vio claro y pronto empezó a demostrar porque está donde está. Dejó llegar al toro hasta límites peligrosos, terrenos que controla perfectamente el granadino y toda la plaza empezó a aplaudir al compás del pasodoble agradeciendo el hermoso espectáculo que estaba viendo en el albero. Lo mató con otro rejón certero que le procuró otras dos orejas y pidió que el ganadero le acompañará a la vuelta al ruedo.