Con un tercio de entrada se daba la bienvenida a la clásica novillada matinal de Arles, una novillada en la que brilló por encima del resto un Yon Lamothe al que se le vio más que preparado para la alternativa con un concepto innovador, valeroso y profundo que le valió para cortar dos importantes orejas. Lalo de María puso de su parte y sacó la casta por momentos, destacó por su temple y pausa. Fabien Castellani debutó con picadores y se notaba, falto de bagaje aunque con muchas ganas.