"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"
Juan Belmonte
Noticias
Juan Belmonte
El segundo festejo de la Copa Chenel ha tenido lugar en la conocida y peculiar plaza de toros de la localidad madrileña Torres de la Alameda, un festejo que no ha dejado indiferente a ningún aficionado por la actitud de los espadas que ocupaban el cartel.
El primer toro de la tarde perteneciente a la divisa de Concha y Sierra permitió a Rafael González recibirlo por verónicas, a pesar de soltarse de los vuelos del capote. Isaac Fonseca ejerció su correspondiente turno de quite por chicuelinas. Al iniciarse el tercio de muleta, el espada mostró su buen toreo a pesar de esa falta de transmisión que mostraba el toro. Buen cierre de faena por manoletinas muy limpias. Tras pinchar, consigue una estocada trasera que le sirve para dar la vuelta al ruedo.
El segundo toro de la ganadería López Gibaja que le correspondía al mexicano Isaac Fonseca, lo recibió de rodillas en el tercio, se lo puso difícil tras querer estirarse a la verónica, yendo en todo momento el astado a la defensiva. Calerito demostró en el quite que ahí estaba con chicuelinas de mucha elegancia. Muy bien pareado el segundo de la tarde por parte de los subalternos que les permitió a ambos toreros de plata desmonterarse, junto a la gran brega de Raúl Ruíz “Cachorro”. El inicio de faena por parte del diestro mexicano se saldó con una brutal cogida al intentar hacerle un pase cambiado y esperar más de lo debido al animal, tira de valor el joven matador que no deja indiferente a ningún aficionado a sabiendas de su gran valor, cuaja una faena basada en arrimones de mucho mérito y aguantando la embestida del toro en todo momento. Cierre de faena por Sanjuaneras. Pinchazo, estocada atravesada y ligeramente caída le permitió al torero cortar una oreja.
Tras ser devuelto a corrales el tercero de la tarde de la ganadería extremeña, el sevillano Calerito recibe al toro de muy buenas maneras mostrando su excelente técnica estirándose a la verónica. Dejó claro su concepto de clasicismo y pureza. En el tercio de muleta el diestro andaluz mostró su arte frente a un toro muy noble pero de escasa conexión con el tendido, enganchones en la muleta al final de cada tanda deslucía a el torero sevillano intentando arreglarlo con un gran repertorio de circulares y dejando claro estar por encima del toro en todo momento. Tras tirarse muy derecho a matar al astado el presidente se mostró exigente negándole pasear la oreja.
El cuarto toro, también de la ganadería de López Gibaja mostró complicaciones de salida, fue pareado correctamente pese a esas complicaciones que seguía mostrando debido a esa falta de fuerza llegando a invalidar. Sin duda le tocó a Rafael González el peor lote, el cual le impidió expresar su buen toreo, a pesar de ello, su disposición y esfuerzo ante un imposible toro al cual pinchó al entrar a matar fue agradecida por la afición madrileña.
El quinto de la tarde correspondiente a la ganadería de Concha y Sierra del que se pudo apreciar la buena presencia que tenía. Tras el tercio de varas y de banderillas, el torero de Morelia mostró su inteligencia en todo momento dándole las distancias que le exigía el toro en cada inicio de tanda y tirando mucho de él se consiguió hacer con el astado. El joven matador fue de menos a más según iba avanzando la faena, teniendo lugar las mejores dos últimas tandas. Trincherazos para el cierre de faena, sin embargo el mexicano no lo tuvo nada fácil para entrar a matar ya que esa virtud que mostró el toro yendo solo a la muleta se convirtió en una complicación ya que se le echaba encima. Estocada caída que le sirve para conseguir la puerta grande.
El correspondiente cierre de plaza hizo al torero sevillano, Juan Pedro García Calerito, poder mostrar al público ese buen gusto toreando de capote, volviéndose a estirar a la verónica. Por el mismo repertorio hace el quite por chicuelinas con mucho estilo. Su disposición y entrega se pudo apreciar al recibir al sexto de la tarde hincando rodilla y con pases cambiados provocando meter al público en la faena. En todo momento, el aficionado pudo ver los cierres de cada tanda con pases de pecho muy alargados. Tandas dando el pecho y la cintura hizo disfrutar al público madrileño. Media estocada que le sirve para desorejar al toro y conseguir la puerta grande. Sin duda la faena de la tarde.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal. Toda la información del universo del toro en un solo email.
Copyright 2024 News Atlas. All rights reserved.