En el día de hoy se ha celebrado la final de la VIII edición del Bolsín Taurino de La Carlota en los Jardines del Hotel El Pilar de la misma localidad cordobesa. Un año más, se volvió a colgar el cartel de “no hay billetes”, percibiéndose el ambiente taurino desde primeras horas de la mañana. Es digno de elogiar y destacar la labor que realiza la Asociación de la Juventud Taurina de La Carlota que, año tras año se vuelcan con la celebración de este magnífico evento y con la defensa y promulgación del toreo en general.

En la jornada de la final, no solamente se disfruta del espectáculo que acontece en el ruedo con los tres finalistas, sino que luego se disfruta de una magnífica jornada de convivencia con la degustación de un perol popular, espectáculo ecuestre, juegos para niños, exposiciones y actuaciones musicales para todos los gustos.

En la octava edición se han lidiado 3 erales de la ganadería de Toros de La Plata para los jóvenes Moli de Ronda, Mariscal Ruíz y Roberto Martín.

Abría cartel Moli de Ronda (Escuela Taurina de la misma localidad), que dejó desde el recibo capotero su buen concepto del toreo. En la muleta manejó ambas manos con mucho gusto destacando algunos trincherazos de cartel y el epílogo por bajo. Mató de pinchazo y estocada y cortó las dos orejas.

Le seguía en el cartel Mariscal Ruíz (Escuela Taurina de Camas), que llevó a cabo una gran labor, banderilleó bien  el propio joven sevillano. Con la franela, llevó al animal largo en cada uno de los muletazos, toreó bien con la mano derecha y en redondo de rodillas, mostrándose muy solvente y seguro. Le ejecutó una media estocada lagartijera de efecto fulminante y se le concedieron las dos orejas.

Cerraba la final Roberto Martín (Escuela Taurina Mar de Nubes, Zaragoza), recibió a su oponente a porta gayola y mostró un variado uso del percal. Con la muleta se gustó mucho toreando por el pitón izquierdo ante un animal más escaso de juego, sacó todo el partido que tenía el animal. Terminó su labor entre los pitones con circulares incluidos y ceñidas manoletinas. Su fallo con los aceros le privó de premio mayor. Cortó una merecida oreja.