"El buen toreo es el que se hace con sentimiento y pasión de enamorado"

Juan Belmonte

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ORDUÑA, UNA PLAZA EN EL ABISMO

No es noticia el cierre de una plaza de toros en el País Vasco, pues quizá sea una de las zonas taurinas más maltratadas por el sector, una comunidad autónoma en el que los festejos en plazas de tercera, que siempre se ha dicho que son los cimientos de la fiesta, están en completa decadencia, pudiendo contar con una mano las plazas de tercera categoría de dicha comunidad autónoma.

Pero ahora sale a la palestra Orduña, ciudad nativa del difunto Iván Fandiño cuyo busto descansa en ella y del matador de toros en activo Iván Abásolo. La situación es pésima, ya no sólo por lo citado anteriormente, sino porque esta temporada no se prevén festejos en sus ruedos. La pasada campaña se realizó todo lo posible por no permitir dar toros en su tradicional «Otxomaio», 8 de mayo. A pesar de ello la empresa Esencia Taurina echó la pata «palante» y organizó una corrida de toros el 11 de junio. Una plaza cuya tradición viene de años y en la que tantas figuras han pasado.

Esta temporada estaba previsto organizar un festival, pero en la partida presupuestaria se reduce a 4 mil euros el dinero para la empresa que quiera organizar un espectáculo taurino en el coso orduñés. Ante esa situación atan de pies y manos a un sector ya maltratado, pues no aclaran su firme intención de que no haya toros en la ciudad sino que se lavan las manos para que no salgan más toros por la puerta de chiqueros. Orduña no merece ser tratada así.