La última de la feria venezolana de San Cristóbal tuvo un broche de oro. Con media plaza en los tendidos y ante los astados de presencia desigual y juego variado de Campolargo hicieron el paseíllo el torero local El Pino, Emilio de Justo y Francisco de Manuel. El Pino fue el menos afortunado en el sorteo y enfrentó a dos astados con diversas complicaciones, pero el diestro sudamericano mostró credenciales estando muy por encima de sus toros arrebatando una gran oreja en su segundo. Emilio de Justo por otro lado fue el triunfador de la tarde destacando sobre todo por la rotundidad en su faena al segundo toro de la tarde que fue cuajado de principio a fin, cautivando así al coso venezolano. Por último De Manuel realizó una faena valiosa a su último toro de la tarde aunque al igual que en el lote de El Pino las posibilidades de triunfo son nulas y tuvo que tirar de oficio.